01 agosto 2011

Mente inundada

A veces siento que mi cabeza no puede dejar de pensar y que es como si estuviera perdida de todo.

Hago, voy, cumplo, sigo mi rutina de todos los días, pero en mi mente estoy en otra parte. No importa si es algo feliz o es algo que me preocupa. Cuando algo me importa mucho, es como agua en mi mente: llena todo el envase que lo contiene.

Entonces claro, funciono de manera reactiva. Puedo responder a cosas o a gente inmediata, me acuerdo de los que se acuerdan de mí, pero olvido casi todo lo demás.

Tengo una lista enorme de pendientes y me pregunto cómo fue que olvidé tantas cosas por tanto tiempo. Familia y amigos me reclaman que me olvido de ellos. Y tienen razón.

Dónde has estado? Dónde te has metido? Son preguntas que no puedo responder. Y sí, también es cierto que tengo nuevas actividades que me consumen tiempo y que eso me pone todavía más lejos.

Pero lo cierto es que cuando estoy libre, mi mente se avoraza y le dedica todo el espacio posible a lo que me consume.

Una amiga dice que pienso demasiado. Tiene razón. Mi mente se la pasa proyectando, tratando de controlar ciertas cosas, de entenderlas, de darme las respuestas que sólo el tiempo me dará.

Cuando digo cosas como "lo vi venir", hablo en serio. Tenía la situación tan analizada que me era fácil anticipar ciertos eventos. Y cuando digo que no tenía idea es porque mi mente no estuvo ahí viviendo el presente, cuando se suponía que lo estuviera.

Soy justo el tipo de personas que tienen que hacerse a la idea antes de emprender algo importante, porque si no está adentro, jamás sucederá afuera.

Me pregunto si se puede aprender a no pensar, a dejar las cosas que me obsesionan en una parte secundaria de mi mente, a soltarlas y a no esperar. Dónde está el cable para desconectarme?

Y claro, hoy es una cosa, pero cuando la idea me agota, despierto y me extraño de todo alrededor. Y luego pasan cosas y algo nuevo me emociona o me preocupa y ya me perdí de nuevo.

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