Conversaciones con la Chumina

Estamos en el Lobby de un conocido hotel de la ciudad, la Chumina acaba de llegar, me saludó amablemente y tomó asiento en un sillón, metiendo una pierna debajo de la otra.

Curiosamente, lleva con ella un té helado que bebe parsimoniosamente, me ofrece algo de tomar y suelta una risita al observar mis nervios. Cualquiera pensaría que la Chumina andaría vestida extravagantemente: la verdad es que se ve como una persona común, hasta que comienza a hablar.

Cuando piensa sus respuestas, la Chumina mira hacia el horizonte y pareciera como si un rayo de luz le iluminara los ojos...

¿Cómo llegaste a Memoirs of a Lencha?

Ch: La Lencha es mi amiga desde hace algunos años y ambas habíamos creado otros blogs con escasa aceptación. Yo sentía que ésto se debía a que ninguna de las dos era realmente auténtica, las dos estábamos enclosetadas, medio diciendo las cosas. El medio decir las cosas nunca ha pegado. Y bueno, primero la Lencha tuvo la idea de hacer un blog anónimo 100% lencho, después yo tenía en mente hacer un blog conjunto y se lo propuse a la Lencha, me dijo que las dos ya teníamos demasiados blogs y que mejor le entrara a Memoirs y aquí estamos.

¿Y de dónde salen tantas historias?

Ch: De nosotras y de nuestras amigas: contamos la neta del planeta, sin restricciones, para que todas las lenchas pudieran identificarse. La realidad siempre supera a la ficción, ¿qué mejor que eso?

¿Por qué Chumina?

Ch: ¿Por qué no?

¿De dónde tomaste el nombre?

Ch: La perra de una amiga de mi novia se llamaba así y esta amiga decía algo así como: "ay es que ésta es muy perra" y se señalaba entre las piernas, así que empezaron a llamar chumina a los órganos sexuales femeninos y a mí me pareció curioso.

¿De dónde vienen los niños?

Ch: No lo sé, prefiero saber de dónde vienen las niñas.

¿Por qué tardas más en publicar en tu blog personal que en Memoirs?

Ch: Es bien raro, no estoy segura. Siento que Diarios de una Chumina es mi lado personal y creo que siempre me ha costado mostrar esa parte de mí.

Pero lo que escribes en Memoirs es muy personal...

Ch: Cierto, pero es mi pasado; me cuesta un poco más digerir el presente y ver las cosas en perspectiva.

¿Cuándo supiste que eras lencha?

Un día que una tía le dijo a mi papá: "Una de cada 10 personas es homosexual". Mi papá volteó a ver y estábamos mis hermanos, mis primos y ellos dos: "Siendo así, uno de nosotros 10 sería homosexual". No sé por qué pensé: "Soy yo". Tendría como unos 10 años y todavía no estaba muy consciente de mi sexualidad pero sí estaba muy consciente de que era una persona diferente.

¿Estás fuera del clóset?

Ch: Sólo con mis amigos más cercanos y con uno de mis hermanos.

Y dime Chamina, ¿cuál es el mejor momento para salir del clóset?

Ch: Chumina... y es cuando te sientes lista para hacerlo.

¿Dónde jugarán los niños?

Ch: ¿En el parque?

¿Qué onda con el gaydar? ¿Crees que los gays tienen una capacidad especial para detectar a otros gays?

Ch: Más que un súper poder o algo así, yo creo que empiezas a fijarte y a observar aquello en lo que estás inmersa. Es como cuando alguien quiere tener novio(a): ve parejas en todos lados. Los gays, como las parejas están en todas partes, sólo comenzamos a verlos cuando tenemos interés en ellos.

¿Cuál es el estereotipo real de lencha?

Ch: El estereotipo real es que no hay estereotipo, la lencha común es una mujer casual que anda por la vida. Si la tienes dentro de un grupo de bugas se ve normal, porque siempre hay una variedad de formas de ser y de verse. Si la pones dentro de un grupo de lenchas, sí se nota cierta lesbiandad, pero creo que es porque la balanza está totalmente inclinada hacia un lado.

2 y 2 son 4, 4 y 2 ¿son?

Ch: Una pequeña orgía.

¿Algo que quieras decir a la comunidad lencha?

Ch: Sí, creo que no hay que tomarnos las cosas tan en serio, siento que de repente estamos tan metidas en la lucha por nuestros derechos y en dar visibilidad a la comunidad, que se nos olvida vivir y disfrutar.

¿Entonces esa es la intención de Memoirs?

Ch: Totalmente.